Saturday, July 23, 2016

Una visita obligada

Propaganda del  jarabe de la Sra. Winslow, muy útil para calmar a los niños durante la dentición y, me atrevo a agregar, en todo otro momento en que las madres entre 1849 y 1930 decidieran que su niño, o ellas, necesitaba calma. 

                ¿Quién de nosotros no se ha visto enfrentado al inexcusable compromiso de tener que ir a visitar a un recién nacido? En realidad uno no visita al recién nacido, sino a los felices padres: el recién alumbrado ni se entera. Pero como en cualquier otro ámbito social, hay reglas no escritas (hasta donde este servidor está al tanto) de etiqueta o cortesía. Y se espera que uno las cumpla.

                La primera de estas reglas no escritas es que todos los niños son hermosos, especialmente los bebés. Es mentira, pero no conviene hacer notar la fealdad del párvulo, sobretodo estando presentes sus padres, por lo que es de esperar que usted haga alguna afirmación con respecto a la belleza del crío, o al menos se abstenga de llamar la atención sobre cuán malamente lo trató la naturaleza, visualmente hablando.
Si realmente se le hace muy cuesta arriba encontrarlo lindo, el otro gran truco, y que nunca falla, es encontrarle algún parecido con al menos uno de sus progenitores, si puede encontrarle similitudes con ambos es mejor (en otro momento le explicaré por qué). Son deseables expresiones como «pero si tiene la nariz de…» o «salió igualito a…». Esta chapuza funciona mejor con el rostro que con otras partes del cuerpo: decir que los pies del infante son igualitos a los de la madre no es igual de efectivo. Le recomiendo que se centre en los ojos, boca, nariz, y si usted ya es más osado lo desafío a encontrar y expresar parecidos parentales que involucren la frente o el mentón, esos halagos, por rebuscados, se valoran más.

                Es importante que no se le ocurra tocarlo, por eso de los microbios que uno trae y reparte, y mucho menos alzarlo en brazos, deje eso para las madres o padres. Tomar al niño en brazos es una prerrogativa que padres y madres ejercitarán orgullosamente casi con exclusividad. Al menos durante los primeros días. Transcurrido un tiempo, si usted visita al bebé en su casa, ya la cosa habrá cambiado: los progenitores se habrán hartado de ejercer la mencionada prerrogativa, por lo que usted tendrá que avisparse y ocupar los brazos con cualquier otra cosa (sirve una revista, una pelota, un gato, un florero) porque apenas lo pillen desprevenido el párvulo va a aterrizar en sus poco preparados brazos, y usted (que en su vida sostuvo a un bebé, ni tiene interés en ello) no va a saber  qué hacer con él. En este caso lo mejor es sostenerlo unos minutos, dejarse sacar alguna fotografía con fines probatorios de su esperada (y probablemente muy postergada) visita, para devolverlo enseguida con el pretexto de que no sabe cómo sostener a un bebé de tan tierna edad (aunque sí sepa).

                No sea animal y lleve algún obsequio. No se le ocurra llevar ropa. Usted no sabe qué comprar, de qué color, ni qué talle, ni a quién preguntarle. Mejor lleve un muñeco de peluche (no sirven para nada, pero a nadie parece importarle). Si usted tiene confianza con los padres, directamente puede preguntar. La respuesta más sensata me la dio un amigo, flamante padre: pañales, me dijo. Pero le conviene estar al tanto de cuánto pesó y midió el infante (son datos que a usted le importaban un bledo hasta hace unos segundos, lo sé), dado que los fabricantes de pañales se han confabulado para inventar decenas de modelos según la edad, peso, altura y color de cabello.

                Finalmente, tómeselo con calma. De ser posible compre una botellita del jarabe calmante de la señora Winslow y bájesela completa. Suerte.

Friday, July 1, 2016

La Señora de Cao

Señora de Cao to be investigated by Harvard experts
May 23, 2016
Phillip Orange
The discovery of Señora de Cao changed the concept of Moche society and now researchers want to know what the relationship of the others buried along with her is.

Señora de Cao and several other bodies were found in 2006. (Photo: Andina)

A group of experts from Harvard University will arrive in Trujillo this week and take samples of the archaeological find known as Señora de Cao, Señora de Cao is a mummy that was found in 2006 and is suspected that she was once a powerful ruler of the Moche people.
The aim of the sample taking is to determine whether there is a level of kinship and of what type with the other mummies buried with Señora de Cao.
The research will be led by American archaeologist Jeffrey Quilter, who is in charge of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology at Harvard University. Quilter announced that DNAstudies of Señora de Cao and her funeral cortege which consists of 5 others should be ready by the end of this year or early 2017.
The discovery of the mummy changed the concept of Moche society, the mummy was found inside the Huaca Cao Viejo and was remarkable well preserved and buried and was buried along with items that suggest that she was once a ruler.
Along with the discovery there were a young girl that appeared to have been sacrificed along with three companions that were buried along with her, all with robes, necklaces, headdresses, ceremonial batons and nose rings.
Six months of work led by experts carefully unwrapped the mummy and found skin samples that suggests that the body was tattooed with figures and symbols which has left researchers baffled.
A museum was opened in 2009 displaying the remains that were found and has been drawing attention from all over with 40,000 visitors from all over the world visiting every year, the director Regulo Franco hopes the museum reaches 60,000 visitors a year.

Expertos de Harvard someterán a estudios a la Señora de Cao
23 de mayo de  2016
Phillip Orange
    El hallazgo de la Señora de de Cao modificó el concepto que se tenía de la sociedad moche y ahora los expertos quieren saber qué relación tenía con las otras personas que fueron enterradas con ella.

La Señora de Cao se encontró en 2006, junto con otros cuerpos. (Fotografía: Wikipedia)

    Un grupo de expertos de la Universidad de Harvard llegará a Trujillo esta semana para tomar muestras del hallazgo arqueológico conocido como la Señora de Cao, una momia encontrada en 2006 de quien se cree fuera una poderosa gobernante de la gente mochica.
    Se tomarán muestras para determinar si existe algún tipo de parentesco  —y de qué tipo—  con las otras momias enterradas con la Señora de Cao.
    Las investigaciones serán dirigidas por el arqueólogo estadounidense Jeffrey Quilter, quien está a cargo del Museo Peabody de y Etnología de la Universidad de Harvard. Quilter anunció que los análisis del ADN de la Señora de Cao y su cortejo fúnebre, que consta de 5 cuerpos más, debería estar listo a fines de este año o a principios del 2017.
El descubrimiento de la momia modificó el concepto que se tenía de la sociedad Moche, la momia se encontró dentro del Huaca Cao Viejo y estaba excepcionalmente bien enterrada y preservada, y junto a ella se encontraron objetos que sugieren que podría haberse tratado de una gobernante.
    También se encontró el cuerpo de una muchacha que habría sido sacrificada con tres acompañantes que estaban sepultados junto a ella, sus ropas, collares, tocados, bastones ceremoniales y aros para la nariz.
    Tras seis meses de trabajo, los expertos lograron desenvolver cuidadosamente la momia y obtuvieron muestras de piel que sugieren que el cuerpo estaba tatuado con figuras y símbolos, lo que ha sorprendido a los investigadores.
    El museo donde se exhiben los cuerpos, inaugurado en 2009, ha recibido la visita de 40 000 visitantes al año provenientes del mundo entero, el director, Regulo Franco, espera que las visitas lleguen a 60 000 al año.

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